Damas y caballeros, niñas y niños:
La función ha terminado y ya se cierra el telón. Hemos reído, hemos llorado,nos hemos divertido y nos hemos asustado, pero....por fin , lo hemos logrado: el curso está acabado.
Escondidos tras las mascarillas, vimos el mundo de una manera diferente, nos faltaba la calidez de los abrazos, la sonrisa en nuestros labios, los besos de esquimal, de mariposa, los besos escondidos y los besos con efecto medicinal, que tanto echamos de menos. Había que conformarse con el beso sin labios, el que se da con los ojos, por telepatía.
Pero fuimos fuertes, valientes, extraordinarios y pacientes; nuestra paciencia llegó a igualarse a la "SAPIENCIA", que es la paciencia de los sapos, cuando esperan un beso ( y eso, es muuuuuucha paciencia).
Las grandes fiestas en que nos reuníamos todos los compañeros quedaron en el olvido y en las tremendas ganas de volver a celebrarlas, pero había que esperar.....y lo hicimos!
El autobús de las excursiones se quedó estacionado y no pudo arrancar este curso,para llenarse de risas, canciones y gritos de niños, como en años pasados...
Verdaderamente, teníamos el corazón un poquito roto y en la farmacia nos dijeron que el jarabe para corazones rotos se había agotado. ¡Qué lástima!
Pero ahora que hemos alcanzado la meta, que los alumnos de cinco años han terminado su etapa de infantil y que los peques de tres y cuatro volverán en septiembre, podemos decir, con la cabeza bien alta y a voz en grito:
SOMOS UNOS CAMPEONES Y LO HEMOS CONSEGUIDO!
Y cuando podamos, por fin, abrazarnos y besarnos, no pararemos y los besos energéticos, esos que dan impulso, llenarán nuestras vidas y todo volverá a ser como antes, quizás mejor.
Por ello, antes de apagar los focos, quisiera pedir un cálido aplauso para los verdaderos protagonistas de esta función, nuestros GRANDES PEQUEÑAJOS.
¡ GRACIAS POR HABERNOS ENSEÑADO TANTO!
