Érase una vez un caballero que se sentó a descansar bajo un árbol y, en sueños, oyó el dulce canto de una mujer. Abrió los ojos y vio a una princesa que peinaba sus cabellos sobre una encina. Se levantó y se acercó el árbol.
-¡No te acerques, gentil caballero, pronto vendrán mis doncellas con el terrible gigante que me tiene en su poder. Escóndete si no quieres que nada te pase, pero observa desde tu escondite!
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| ¡No te acerques, gentil caballero! |
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| El caballero obedeció y se escondió, pensando cómo podía rescatar a la princesa. |
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Vio llegar un cortejo formado por doncellas cogidas de la mano y delante, el terrible gigante.
¡CANTA!, le ordenó a la princesa |
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| El gigante se quedó dormido al escuchar tan dulce voz. |
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Una de las doncellas del cortejo se acercó al caballero y le dijo que la princesa se llamaba Elvira y estaba bajo el poder del gigante; sólo la devolvería si algún caballero consiguiese vencerlo.
-¡El que encuentre el agua que tiene el poder de borrar las manchas que tiene el gigante en la cara, le vencerá, porque es ahí donde tiene la fuerza.. El agua está en el pozo del castillo, pero hay que vencer al moro Alí.! |
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| El gigante se despertó y se llevó a la princesa Elvira |
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| Cuando se hizo de noche, el caballero se acercó al castillo y el moro Alí asomó la cabeza y dijo que esperase. |
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| El caballero entró en el castillo y... |
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| ...el moro empezó a atacarle, pero como el caballero iba bien armado, logró vencerlo. |
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| El caballero se acercó al pozo y sacó el agua. |
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| Le arrojó el agua a la cara y el gigante perdió toda su fuerza. |
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Y por fin, la princesa y sus doncellas quedaron libres para siempre.
COLORÍN, COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO |
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